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jueves, 14 de abril de 2016

Nunca dejes de creer.

En los últimos días, el que más o el que menos ha visto este mensaje, el que da título a este post, en más de un sitio. En fotos que han publicado en Facebook o han pasado por Whatsap, en la prensa o, incluso, paseando por la calle o conduciendo. Eso podía valer para muchas cosas pero, dado que estamos en un blog de caracter deportivo, nos vamos a centrar en ello. Todo el mundo tiene unas metas en esta vida que quiere alcanzar; unos retos que superar; un sitio al que llegar. Todo el mundo. Bueno, todos no. Algunos creen que han alcanzado, han superado y han llegado a todo cuando ni siquiera se han quitado las zapatillas de casa. Otros, en cambio, van poco a poco, paso a paso, escalón a escalón. Se puede ir corriendo pero, es más difícil frenar donde quieres que si vas andando. ¿A qué viene esta parrafada (alguno lo entenderá) que parece que no tiene sentido? Pues, de entrada, lo tiene. el sentido, digo. Eso sí, sólo la gente del Atleti lo puede entender. Hace años, éramos como esos que dicen que el objetivo es llegar a, conseguir el, etc. etc. etc. Pero ahora, desde que Diego Pablo Simeone volvió a aparecer en nuestro club (cosa que ya vaticinó Germán Burgos cuando comentaba los partidos del Atleti en RNE), la meta, el reto y el sitio al que hay que llegar es al siguiente partido. Sea con quien sea. Amistoso u oficial. De Liga, de Copa o de Copa de Europa. Esa filosofía del partido al partido que tanta gracia les hacía a mucha gente hace tres años, nos ha llevado a donde estamos. Poco a poco, paso a paso, partido a partido, subiendo un escalón cada vez. Y, ahora, esa filosofía se la aplican más de uno de los que la criticaban o se reían. Ayer, lo primero que hizo el presidente de mi peña (Peña Atlética Patones que agrupa a gente de varios pueblos de la Sierra Norte de Madrid y también de Guadalajara) fue pegar cuatro carteles donde se leía "NUNCA DEJES DE CREER". Dos en la luna posterior, uno en la delantera y otro en la puerta, además de poner en el lateral izquierdo una pancarta con el mismo lema. Como dijo el Cholo en las celebraciones, si se trabaja y se cree, se puede. Si nunca dejas de creer en algo, poco a poco, paso a paso, partido a partido, escalón a escalón, podrás alcanzar tus metas, superar tus retos y llegar al sitio que quieres. Pero, a veces, eso no es el final. Has llegado a donde te has propuesto pero puedes seguir caminando. Y hay que creer en que se puede seguir. Y si se cree, se puede. y se camina. ¿El objetivo es pasar la fase de grupos de la Copa de Europa? Se consigue y se piensa en superar los octavos de final. Así se ha llegado a semifinales. Y eso que, antes del partido de ida nos daban por muertos. Más que al Wolkburgo o al Benfica. Incluso hubo gente que pensó que el sorteo estaba amañado. Pero llegó el Wolksburgo y se lo puso muy difícil al Madrid. Llegó el Benfica y se lo puso muy difícil al Bayern de Munich (y eso que el Cholo le mandó a Rummenigge los vídeos de los dos partidos que los portugueses jugaron contra el Atleti). Y llegó el Atleti y se lo puso difícil al Barcelona. Se lo puso porque se creyó en que se podía. Y más después del gol de Torres. Y más después de la ocasión de Griezman que saca milagrosamente Ter Stegen. Hasta la expulsión. Pero se creía en que se podía. Y se pudo. Se quería volver a casa vivos. Y volvimos. Y lo volvimos a poner difícil. Decía el narrador de RNE que, si se jugara a los puntos como en el boxeo, el Atleti ganaba antes de empezar. Este campo se queda pequeño para meter tanta pasión y tanto ánimo como se mete. Tanto empuje, tanta ilusión. ¿Porqué? Porque se creía. Se creía y se sabía que se iba a dar una buena impresión. Se pasara o no. Todo era posible. Se creía. Se embotelló al Barcelona que lo más cerca que vió a Oblak en los primeros 20 minutos fué en el saludo de los equipos antes de empezar. Se creía. Ocasión. Ocasión. Ocasión. Se creía. Llegaron ellos sin fuelle. Gol de Griezman. Se creía. eliminatoria ganada. Pero había que seguir. Y se siguió. Pero se sabía que el Barcelona despertaría. Y lo hizo. Pero ahí estaba ese trabajo colectivo que pratica el Atleti. Porque se cree. Y si los de abajo creen, los de arriba mucho más. Oblak, Godín, Lucas, Gabi, Juanfran, .... todos ellos se pusieron delante de los jugadores del Barcelona a la hora de tirar. Y la grada enloqueció. Gritó, cantó, aminó, silbó. Pero más que antes. Y llegó el momento en el que Piqué se quedó de delantero centro (Toshack dijo que no por poner más delanteros tienes más opciones de meter gol). Lo demás ya es hitoria. Historia en la que se creía. Algunos más. Otro menos. Pero se creía. Nunca dejes de creer porque nunca sabes hasta donde puedes llegar.
AÚPA ATLETI.