Premios 20Blogs

miércoles, 25 de abril de 2018

Somos los socios.

Hoy es 25 de abril. Lo digo porque no suelo acabar los artículos en el día. Es importante ésto porque mañana, coincidiendo con nuestro partido más importante de la temporada, cumplimos 115 años. Bueno, nosotros no. Es el club al que pertenecemos y del que formamos parte. Es el cumpleaños del Atlético de Madrid. De nuestro Atleti.
Recuerdo el día que fui a hacerme socio. Era algo que siempre había querido ser pero, o por dinero o por tiempo, no había podido. Cierto que coincidió con el descenso a Segunda que también coincidió con el descenso de los precios. Eso fue algo que gente me echó en cara pero eran de esos que no comprenden lo que es ésto. Lo malo fue que mi primer intento de frustró por falta de tiempo así que lo dejé para el año siguiente. La verdad es que la experiencia no fue muy agradable ya que llegué al campo sobre las diez de la mañana, volví a casa sobre las doce de la noche y lo único que saqué fue un ticket para entrar en orden al día siguiente. Menos mal que estaba de vacaciones. El caso es que la temporada en la que logramos el ascenso fue la primera que fui abonado.
Claro que todo ésto marca mi principio como miembro de pleno derecho de la gran familia atlética. Pero no es la idea del artículo. Ésta es la carta que ha dirigido Miguel Ángel Gil a nosotros y, supongo que también, a los socios aparte de a los medios de comunicación.
La verdad es que, como no podía ser de otra forma, empezaba hablando de lo bueno que es llegar tan lejos en el tiempo, lo que ha crecido la masa social tanto en España como en el extranjero. Hay atléticos en medio mundo. También habla del tema económico, lo cual es lógico. Patrocinios, accionistas nuevos, productos de la marca y dinero que generan premios y derechos televisivos. Y en ese momento llega el momento de meter la puya del estadio. Que si se puede ir al campo en metro y bajarse en la Estación Metropolitano, lo que genera también en beneficios, el Paseo de las Leyendas, lo que supone para el club la compra de los terrenos, etc, etc, etc.
Y el escudo. Ay el escudo. A la gente le habrá podido joder fichajes increíbles (por el escaso rendimiento), ventas más increíbles aún, el cambio de estadio y alguna cosa más. Pero el escudo .... El escudo es la seña. ¿Con qué se identifica un equipo en un sorteo, en un marcador, en una prenda? El nombre o colores no están siempre. Pero el escudo sí. ¿Que no ha estado en punta en la parte de abajo siempre? Si. Ha acabado redondeado. ¿Que ha sido más estrecho y/o más largo, tanto en la forma como en las rayas? Si. Todo eso ha sido pero sin cambiar la esencia. No sabría como era de grande o pequeño el triángulo que estaba en la esquina derecha donde iban el oso y el madroño. Es como si al escudo del Zaragoza le cambian la corona (como tienen todos los equipos que son Real) pero, sobre todo, se atreven a cambiar de postura al león. La que se monta sería pequeña.
Si se vende el hecho de que el Atleti tiene una masa social increíble (por número para lo que es el club como por sentimiento), lo menos no es decir que se ha hecho o se ha dejado de hacer algo. No es eso. Los menos es decir cuándo se va a producir la mudanza al nuevo campo y el porqué y que se va a cambiar el escudo, también acompañado por las razones que llevan a ello. En ese momento esa masa social tan increíble se hubiera movilizado para opinar. A favor o en contra pero opinar. Eso hace sentirse importante a la gente. Luego la directiva hubiera hecho lo que hubiera querido, seguramente. Seguramente también los que estaban en contra de esos cambios hubieran seguido protestando. Pero al menos, yo me hubiera expresado. Pero no cuando todo está hecho. Lo hubiera hecho cuando estaba en marcha. Me hubiera expresado cuando tocaba. Esperemos que pasa ahora.
Feliz cumpleaños, Atleti.
Aúpa Atleti campeón.

viernes, 20 de abril de 2018

El balón.

A pesar de lo mucho que lo intente la gente, el fútbol es algo muy sencillo. Básicamente se basa en el balón. En todo lo que se disponga hacer con el balón durante el tiempo que vaya desde que pita el árbitro hasta que marca el Madrid (perdón, se me ha escapado). Hay que saber que hacer con él pero éso no se centra sólo cuando está en tu poder, no. Al rival le tienes que obligar que juegue como tu quieres o que no lo haga como está acostumbrado.
A diferencia de otros deportes de equipo que se juegan con pelota, en fútbol puedes hacer que el rival no juegue el balón manteniéndolo en tu poder. Pero debes saber moverlo. Así defiendes pero debes saber atacar. El pivote y los centrales no pueden ser los que más tocan el balón o que éste se mueva sobre tu campo la mayor parte de tiempo. O exceso de pases horizontales ni desmarques.
Simple. Claro que uno (yo) ni tiene título de entrenador ni la presión de estar en un banquillo. Sólo tiene que ocuparse de que no se agoten las pilas de la radio y/o se enfríe la cerveza. Igual por ello me puede resultar sencillo. Pero cuando hacía las veces de entrenador, siempre era el balón lo más importante. Luego vendría el encontrar hueco para aparcar cerca del bar donde tendríamos el tercer tiempo.
El balón hay que saber moverlo. O saber hacer que se mueva. Porque, no nos engañemos, la finalidad del balón es que acabe dentro de la portería rival (en jugada válida, por supuesto) o que no lo haga dentro de la tuya. O ambas.
Lo que quieras que se haga con el balón marca la posición de los jugadores. El movimiento que se le haga hacer al balón marca el movimiento de los jugadores. Vamos, la táctica. Eso sí, una cosa es como diseñes el partido y otra como te pueda salir. Eso hace que haya que tener varias formas de jugar.
Es simple. Para marcar goles hay que llegar rápido al área contraria. Mover balón rápido, con criterio, vertical. Y creando espacios, mejor. Eso también es saber que hacer con el balón. Y si se pierde, a tapar los espacios del rival. Eso también es saber que hacer con el balón.
Y si quieres que no te marquen pues también se trata de tapar huecos.
Es simple. Balón, saber que hacer con él y, también cuenta, rapidez en ejecutar lo que se quiera. Ser lento te hace llegar tarde a lo que quieras hacer. Llegar tarde te hace perder posiciones. Perder posiciones te hace dejar huecos. Dejar huecos significa que te creen ocasiones. Y los goles salen de las ocasiones.
Si la forma de jugar no te surte efecto, debes tener opciones que sean fáciles de poner en marcha. No se puede ser del Bosque que siempre jugaba igual.
Si hay varios partidos dentro de un partido y se saben elegir los momentos oportunos durante el mismo, hay que ponerlo en práctica, más que nada porque tienes que romper al rival antes que él a ti.
Es simple. O igual el simple soy yo.

miércoles, 11 de abril de 2018

Niño.

El que más o el que menos se puede hacer una idea de lo que va a ir el artículo de hoy. No, de eso no majete. Va a ser sobre don Fernando. Por Torres. Por El Niño. Por uno de los símbolos del "atleticismo" de este siglo. Por alguien que ha representado, llevado y paseado los colores de y el sentimiento por su equipo por todo el mundo y que, a pesar de volverse a ir, seguirá haciendo.
Sea como fuera, la noticia que recibimos el lunes todos los atléticos, a pesar de que barruntaba, nos sorprendió. Más por el modo que por la forma. Igual uno se esperaba un anuncio de otra forma pero él lo decidió así. Además, era un acto de un patrocinador del club.
Pero ésto no va por que Fernando Torres se vaya. Es por lo que está pasando y ha pasado en los últimos tiempos. Fernando es un icono del fútbol español. Fue el autor del gol que nos dio la segunda Eurocopa (para muchos la primera por no darse una vuelta por la historia) de la misma manera que lo es Iniesta por lo del Mundial. Un crío, un imberbe, tuvo (y quiso y aceptó) la responsabilidad de guiar al equipo de su vida. Y no se echó para atrás. Es más, se encontró con que no todo le seguía. O al menos con la fuerza y el empuje que tenía. Épocas en las que hubo que lidiar en Segunda donde en la segunda en la categoría ya cambió su inicial número 35 por el 9 de toda la vida. El 9 es un número emblemático por así decirlo. Y en un equipo como el Atleti lo es aún más por la gente que lo ha llevado.
Así fue él. Pero, como en todo, hay gente a la que no le gusta lo que uno hace. No sabe por qué pero no le gusta. Si no metes 30 goles es un paquete. Si los metes, eres un egoísta que lo quieres todo para ti. Si ..... Por eso, cuando el Niño se fue a Liverpool, hubo gente que no lo entendió. Era una forma de irse y dejar tirado al que llamaba "equipo de sus amores". Pero no le importó. Escudo del Atleti en la bandera de España que lució en el paseo de la Eurocopa que se ganó con gol suyo. No celebrar el gol que le metió al Atleti en una eliminatoria con el Chelsea. Muchas cosas que al aficionado de a pie, el que quiere al equipo, esos gestos le gustan porque hace que haya gente dentro del equipo aunque esté fuera. Si los tienen los que no son de la casa, es imposible que no los tengan los de dentro. Pero como en todo, hay de todo.
Eso sí, salga lo que salga, juegue lo que juegue, seguirá luchando como si fuera aquel chaval que, con 17 años entrenaba con el primer equipo y debutó con el número 35 a la espalda. Porque es así. Y porque esté donde esté, seguirá luchando por este equipo.
Hoy, yo soy Torres.