Adiós.

A veces decir "adiós" puede significar un "hasta siempre", un "volveré (pero no sé cuando)" o, simplemente, la forma habitual que tiene la gente para despedirse. Y, claro está, ese "adiós" de puede entender de una u otra manera. Un "hasta luego", un "hasta siempre" cuando sabes que es muy posible que ya no veas más a esa persona (por suerte o por desgracia) o, la que nos puede gastar, esa que da a entender que la persona volverá. Más tarde o más temprano. Por suerte o por desgracia. Pero volverá.
El que más o el que menos sabe que estoy hablando de David Ferrer. Puede que el mejor tenista español si quitamos a don Rafael. Ésto sorprenderá a más de uno. No por nombrar a Rafa Nadal o a David Ferrer. La gente esperaba que hablara de Fernando Torres. Así que, como no me gusta defraudar a mis dos o tres seguidores, hablaré de él.
A todos los que siguen/seguimos un deporte un poco en serio nos llama la atención cuando algún practicante del mismo anuncia que se retira. Todo el mundo sabe que todo lo que termina es porque algún día empezó y que todo lo que empieza tiene un final aunque nunca se sabe cuando llega.
Al igual que estos dos deportistas a los que he nombrado, muchos más se han retirado o, en el que caso de no hacerlo, se han ido de un equipo tras pasar muchos años. Más en los segundos (prácticamente todos) que en los primeros, las aficiones les despiden con mayor o menor efusividad. Por ejemplo, a Borja Fernández le hicieron un sentido homenaje en el último partido que jugó en Zorrilla que se vino abajo cuando su nombre salió dentro de la trama de amaño de partidos aunque no tenía nada que ver.
El adiós hay que saber darlo aunque hay que saber ganarlo.
Así que adiós y hasta la próxima.