Váyase, Sr. Rubiales.

Carta abierta al Sr Rubiales (y compañía).
Hasta hace un tiempo, el puesto de seleccionador nacional de fútbol era un puesto estable y el titular lo dejaba por que así decía el contrato, por malos resultados u otras causas suyas. Como decían ayer, en año y medio van cinco personas ocupando ese cargo. A saber, Luis Enrique (dos veces), Robert Moreno, Fernando Hierro y Julen Lopetegui. Uno por hacer público que se va al Real Madrid antes de empezar el Mundial de Rusia. Fernado Hierro ocupó su puesto durante la competición.
¿Y a qué viene todo ésto aparte de ser el pollo de presidente de la Real Federación Española de Fútbol un tipo al que le gusta chupar cámara más que a Figurín?
Pues la forma en la que se ha tratado todo el tema del seleccionador. Desde que Luis Enrique faltó en uno de los partidos de la selección, que luego fueron dos, empezó el runrún con lo de su continuidad. Eso significa que hay que estar preparado para una posible sustitución. Y ahí es donde viene el problema. Ésto no es un equipo donde se cambia de entrenador en dos días. Aquí se tiene más tiempo. Pero si de quiere continuar con la línea de trabajo, lo suyo es seguir con el mismo equipo técnico. Equipo interino como se dejó claro desde el primer momento, tanto por una parte como por otra ya que Luis Enrique podía volver.
Hasta ahí todo bien. Ya que ya no lo es tanto es la forma de la que ha gestionado esa vuelta. Por lo bajinis. Puñalada por la espalda.
Y todo por querer, desde el mismo momento en que de fue por los problemas que tuvo y que acabaron mal, que volviera. Se tenía que haber informado a Robert Moreno que, hasta que no se confirmara que Luis Enrique no iba a volver, sería interino. Pero no se debió hacer. Lo de dentro, ni lo sé ni me importa. Sólo sé que a la gente hay que tratarla buen sobre todo si ha cumplido con su deber.
Por cierto, el párrafo que está encima de éste lo he escrito el día después de la representación (no re presentación) de Lucho.
Así que, váyase señor Rubiales y llévese al señor Molina y al señor Martínez.

De vuelta.

Haciendo tiempo que no escribía aquí aunque siempre había un tema. Pero ha habido cosas que me ha hecho decidirme a venir sí o sí. David Villa, Raimon Poulidor y el fútbol femenino.
Todo el mundo conoce a David Villa. El máximo goleador de la Selección Española de fútbol y hombre de larga carrera (se retira con 38 años) y prolífica. Sporting de Gijón, Real Zaragoza, Valencia Club de Fútbol, Fútbol Club Barcelona y Club Atlético de Madrid en España. Luego vino Australia, Estados Unidos y Japón. Con títulos y reconocimiento. Y como decía él, que prefería dejar el fútbol antes de que el fútbol le dejara a él. Algo que ha habido gente que no atendió. Suerte, Guaje.
Cuando se habla de ser o quedar segundo, que no es igual que ser segundón, siempre sale el nombre de Poulidor. Ciclista que ganó grandes carreras pero nunca el Tour de Francia que es lo más importante en el mundo del ciclismo.
Igual que con el Guaje, uno sólo se acuerda de la gente en momentos puntuales cuando desaparecen de la primera línea. Unas más tristes que otras. Por ejemplo, igual que la de David Villa está la retirada de Jorge Lorenzo en, posiblemente, seguramente, su peor época desde que inició su carrera. Ésto, que no esperaba, hace que mi artículo tenga cuatro temas en vez de tres.
Lo normal es que lo de Jorge hubiera ido al final pero iba más en consonancia con esta parte que con esta parte que con la que queda.
Por que lo del fútbol femenino es para mear y no echar gota. Desde hace muchos años sabía del fútbol femenino. Desde hace muchos años sabía que los equipos que jugaban eran como secciones de otros masculinos de Primera (cuando era Primera) y de Segunda (cuando era Segunda). No puedo entender que un equipo (cualquiera) puedan pagar una millonada por un jugador pero luego no ponen a disposición de su equipo femenino más que las equivocaciones y sus instalaciones de entrenamiento. ¿Qué a sus filiales o equipos de otras secciones tienen lo mismo? Sí pero la publicidad no suele ser la misma. Tanto en las equipaciones (juego y entrenamiento) como la propia del equipo o de la prensa. Pero es como todo. Todos de sientan al final en vez de ir preparando temas.
El deporte hay que cuidarlo.