Adiós Aguirre; Hola Abel. Buena suerte.

Nunca gusta ver cuando un entrenador es destituído antes de acabar la temporada. Eso es una mala señal. Significa que las cosas no van bien. Generalmente a nivel deportivo. El Atlético de Madrid acabó el curso 2008 con decena y media de envites sin perder y metido en la infructuosa persecución del Barcelona, codeándose con los puesto que clasifican directamente para la Liga de Campeones. Al parecer, Aguirre, que nunca ha dicho una palabra más fuerte que otra aunque tuviera motivos, tuvo la brillante idea de que sus jugadores se olvidaran del fútbol durante las vacaciones. Y vaya si lo hicieron. Nunca he visto a nadie olvidarse tanto de lo que tenía que hacer o decir. Visto lo visto, Aguirre es un tipo al que le gusta decir las cosas directamente. A la cara. Sin luces ni taquígrafos como a otros les gusta. El no quiere dar la imagen de que manda. El manda y punto. Y en un equipo moderno, por desgracia, el entrenador manda cada vez menos. Porque tienen que lidiar con egos de niñatos tan grandes como su cuenta corriente. Con gente que se deprime por no poder dormir con su osito de peluche o porque echa de menos a mamá. Con gente a la que le gusta más un sarao que a un tonto una tiza. O, simplemente, con gente que cree que está de vuelta de todo cuando aún no ha salido de casa. Hay que tener mucha mano izquierda para poder manejarlo todo, tener a todos contentos y, que encima, el equipo gane. Porque, al final, lo que mandan son los resultados. Aguirre tenía buenas ideas y buena plantilla pero no supo manejarla. O, al menos, no supo manejar a los que llevan el tema. Torres se fue harto de tener un equipo mediocre. Gracias a eso, se pudo comprar mimbres para confeccionar un buen cesto. Las lesiones acompañaban pero los resultados no eran todo lo satisfactorio que el aficionado quería. Pero se consiguieron cosas. Y el arranque de este año fue esperanzador pero los problemas internos se fueron agrandando. Lo bueno de tener una buena racha es que se tapan los problemas con ella. Pero, ¿y cuando acaba? Pues como las cosa va mal, todo se magnifica, la situación se vuelve insostenible y se corta por lo sano. A Aguirre le ha faltado ser un poco más psicólogo. Y ahora llega Abel. Todo el mundo quiere ver cambios, aunque yo creo que es pronto. De momento hubo gente que si pareció evidenciar algún cambio. Hay que ver lo que corrió el Kun. Se decía que era uno de los que peor lo llevaba. Que corra es bueno para el Atleti. Y si deja de correr, al banco. Aunque creo que los problemas de este chico le vienen por el suegro. Ya se verá. Adiós Aguirre. Hola Abel. Buena suerte. A ambos.